Tras mi paso por la Unidad de Lesionados Medulares de Sevilla, os presento un resumen acerca de la lesión medular, y su enfoque como médico-rehabilitador durante uno de mis rotatorios de especialidad.
Aprovecho para agradecer a todos los profesionales con los que he tenido el placer de trabajar estos 3 meses, el magnífico trato recibido y lo mucho que he aprendido profesional y humanamente de cada uno de ellos.
LA LESIÓN MEDULAR
CLASIFICACIÓN DE LESIÓN MEDULAR
Ante una lesión medular, lo prioritario, en el momento en el cual exploramos al paciente, es establecer dónde se encuentra el nivel de lesión.
Para ello, los médicos rehabilitadores encargados de las Unidades de Lesion medular, realizan la exploración siguiendo la clasificación ASIA.
La clasificación ASIA
La
clasificación ASIA (
American Spinal Injury Association) establece
las definiciones básicas de los términos usados en la valoración de la
lesión medular y establece una clasificación de acuerdo a
cinco grados
determinados por la ausencia o preservación de la función motora y
sensitiva, indicando la severidad de dicha lesión y su posible
pronóstico [1]
GRADO DE LESIÓN
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DESCRIPCIÓN
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GRADO A
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Ausencia de función motora y sensitiva que se extiende hasta los segmentos sacros S4-S5. |
GRADO B
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Preservación de la función sensitiva por
debajo del nivel neurológico de la lesión que se extiende hasta los
segmentos sacros S4-S5 y con ausencia de función motora. |
GRADO C
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Preservación de la función motora por
debajo del nivel neurológico y más de la mitad de los músculos llave por
debajo del nivel neurológico tienen un balance muscular menor de 3. |
GRADO D
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Preservación de la función motora por
debajo del nivel neurológico y más de la mitad de los músculos llave por
debajo del nivel neurológico tienen un balance muscular de 3 o más. |
GRADO E
|
Las funciones sensitiva y motora son normales. |
La información del examen neurológico se registra en una hoja
estandarizada (Figura 1) y ayuda a determinar los niveles motor,
sensitivo y neurológico; el carácter completo e incompleto de la lesión y
a clasificar el grado de deterioro[2][3]
CAUSAS DE LESIÓN MEDULAR
Las dos principales causas de lesión medular son por:
Es importante señalar que la médula espinal no tiene que ser
seccionada completamente para sufrir una pérdida de función. De hecho la
mayoría de médulas espinales, permanecen intactas tras una lesión de
médula espinal. La lesión medular no siempre guarda relación con una
lesión de
espalda o de
cuello como pueden ser
roturas de discos,
estenosis de la columna, etc. Es posible lesionarse el cuello o la espalda y que la médula espinal no sufra ningún daño.
Definiciones básicas de los términos usados en la valoración de la lesión medular.
Tetraplejia
Pérdida de función motora y/o sensitiva en los segmentos cervicales de la
médula espinal por daño de los elementos neurales dentro del canal espinal.
Origina trastorno de la función en brazos, tronco, piernas y órganos pélvicos.
PARAPLEJIA
Pérdida de función motora y/o sensitiva en los segmentos torácico, lumbar o
sacro de la médula espinal por daño de los elementos neurales dentro del
canal espinal. Origina trastorno de la función en tronco, piernas y órganos
pélvicos.
Músculos “llave”
Diez grupos musculares que se valoran como parte del examen medular
espinal estandarizado.
Nivel motor
El grupo muscular llave más caudal cuyo balance muscular es 3/5 o más,
siempre y cuando el balance muscular de los músculos llave por encima sea
5/5.
Nivel sensitivo
Dermatoma más caudal con sensibilidad algésica y táctil ligera normales en
ambos lados del cuerpo.
Índice sensitivo
Suma de las puntuaciones de cada dermatoma; se valoran 28 dermatomas
en cada hemicuerpo, con un total de 112 para el dolor y 112 para el tacto.
Nivel neurológico de lesión
Nivel más caudal en el que la función motora y sensitiva son normales.
Lesión completa
Ausencia de función motora y sensitiva en los segmentos sacros inferiores.
Lesión incompleta
Preservación de la función motora y/o sensitiva por debajo del nivel neuroló-
gico incluyendo a los segmentos sacros.
Zona de preservación parcial (ZPP)
Se refiere a dermatomas o miotomas por debajo del nivel neurológico que
permanecen parcialmente inervados; el segmento más caudal con alguna
función motora o sensitiva define la extensión de la ZPP; sólo en lesiones
completassindromes medulares frecuentes:
¿Qué es un síndrome centromedular?
Es el más frecuente de las lesiones incompletas. Se produce casi exclusiva-
mente en lesiones cervicales y se caracteriza por una mayor debilidad motora en
extremidades superiores que en miembros inferiores, trastornos esfinterianos y grados variables de afectación sensitiva Se produce más frecuentemente en personasde edad avanzada con cambios degenerativos que sufren un mecanismo de hiperextensión. Se considera que está causado por una hemorragia que afecta a la
parte central de la médula espinal que destruye los axones de la pare interna del
tracto corticoespinal encargado del control motor de las manos. En general es de
buen pronóstico, aunque la edad es quizás el factor más influyente en el grado de
recuperación funcional.
¿Qué es el síndrome de Brown-Sèquard (hemisección medular)?
Es una parálisis asimétrica con afectación de la sensibilidad termoalgésica
más marcada en el lado menos parético. En su presentación clásica (la hemisec-
ción pura es rara en las LM traumáticas) hay una parálisis ipsilateral al lado de la
lesión, una pérdida de sensibilidad profundad ipsilateral y una afectación contrala-
teral de la sensibilidad termoalgésica. Tiene buen pronóstico, entre el 75% y 90% de
los pacientes recuperan la marcha y el 70% logran la independencia en las activi-
dades de la vida diaria.
¿Qué es un síndrome medular anterior?
Es una afectación de los 2/3 anteriores de la médula espinal, con preserva-
ción de los cordones posteriores. Puede ocurrir por lesión directa de la parte anterior
de la médula por retropulsión de un fragmento óseo o discal, o bien por lesiones de
la arteria espinal anterior, la cual vasculariza la parte anterior de la médula. Hay una
parálisis motora con afectación de la sensibilidad termoalgésica y con preservación
del tacto ligero, sensibilidad posicional y presión profunda. Tiene un 10-20% de posi-
bilidades de recuperación motora.
¿Qué es el síndrome medular posterior?
Produce una afectación de las columnas posteriores, con pérdida de la
propiocepción y conserva las otras modalidades sensitivas y la función motora. Es
una lesión muy rara.
¿Qué es el síndrome de cono medular?
Lesión de médula sacra (cono) y de las raíces nerviosas lumbares dentro del
canal neural. Produce arreflexia de vejiga, intestino y miembros inferiores
A continuación,nos centraremos principalmente en:
La lesión medular de causa traumática. (accidentes de trafico, caidas de gran altura)
¿Qué pasa en el cuerpo después de la lesión?
Después de la lesión viene una primera fase de shock espinal, seguida por la fase de actividad refleja.
Shock espinal
En este momento se suprimen las funciones nerviosas.
Esto es causado por la interrupción de las fibras ascendentes y
descendentes (motoras, sensitivas y autónomas), con afectación
temporal de la actividad refleja, parálisis muscular y visceral
(insuficiencia respiratoria) y pérdida de la sensibilidad por debajo
del nivel lesional. Se produce por tanto:
- Hipo actividad, flacidez y arreflexia del sistema motor voluntario.
- Pérdida de la sensibilidad infra lesional (por debajo de la lesión)
- La afectación del sistema autónomo da lugar a parálisis
vesical, con retención urinaria, Íleo, con distensión abdominal y
estreñimiento. Y complicaciones vasomotoras, con falta de respuesta
venosa y arterial, causando hipotensión, hipotermia y bradicardia de
origen vagal.
La duración del Shock Espinal, es variable. Está
presente tanto en las lesiones completas como en las incompletas,
siendo muy difícil evaluar la extensión de la lesión medular, en
relación con la duración del shock.
Fase de actividad refleja
En este momento vuelven los reflejos osteo tendinosos, ahora
hiperactivos, y la actividad refleja de los esfínteres; en ocasiones,
al estimular la piel (al estimular la planta del pie para investigar la
presencia del signo de Babinski) se producen violentos espasmos
flexores o extensores de las extremidades inferiores, que incluso
pueden acompañarse de sudación profusa y emisión súbita de orina (el
denominado “reflejo en masa”).
Una vez pasado el shock medular se comienzan a evidenciar las secuelas de la lesión a nivel de los diferentes sistemas.
Es muy importante saber que cada paciente es único, y que las
manifestaciones en su cuerpo pueden variar en forma muy amplia con
respecto a las alteraciones que se describen a continuación.
Alteraciones motoras
La lesión de las moto neuronas inferiores que inervan los
músculos esqueléticos produce debilidad o parálisis de los músculos de
los miotomas lesionados.
La lesión de la vía piramidal a nivel de los segmentos
torácicos y los dos primeros segmentos lumbares darán lugar a una
paraplejía espástica.
Las lesiones por debajo de L2, darán lugar a paraplejías fláccidas por no haber médula espinal, sino cono medular.
La lesión de la motoneurona inferior provocará
- Arreflexia profunda, por interrupción del arco reflejo segmentario
- Hipotonía, por los mismos motivos
- Hipotrofia, por lesión de las astas ventrales
- Paresia o parálisis de tipo fláccido
La lesión de la motoneurona superior provocará
- Hiperreflexia profunda, ya que el arco reflejo segmentario se ha liberado del control de los niveles supra segmentarios.
- Arreflexia Superficial
- Hipertonía espástica, por los mismos motivos
- Paresia o parálisis de tipo fláccido
- Signo de Babinski, Clonus y sincinesias
Alteraciones sensitivas
El daño de las células de la columna gris posterior provocará
la pérdida de la sensibilidad y de los arcos reflejos medulares por
interrupción de las vías aferentes.
Alteraciones genitourinarias e intestinales
Se llama incontinencia esfinteriana a la falta de control
consciente, total o parcial, de las funciones de la defecación y de la
micción. Esto se debe a que los esfínteres, anillos de cierre, del
recto (ano), de la vejiga y de la uretra no reciben las órdenes
cerebrales oportunas para abrirlos o cerrarlos a voluntad porque la
médula espinal lesionada, no puede transmitirlas.
La incontinencia esfinteriana que afecta a la defecación la denominamos intestino neurógeno.
La incontinencia urinaria o vejiga neurógena se produce por la
alteración en el funcionalismo del aparato urinario inferior.
Micción
Tipos de vejiga neurógena:
- Medular Suprasacra: en paraplegias, cuadriplejías, lesiones por encima de los centros parasimpáticos sacros.
Tras la fase arrefléxica del shock medular, reaparece el reflejo de
contracción del detrusor, automatizándose la micción desconectada del
control consciente cerebral. Existe, por ello, incontinencia. La
descoordinación entre la contracción del detrusor y la apertura del
esfínter (disinergia) conduce a un aumento del volumen de orina
residual, a hiperreflexias del detrusor (vejiga espástica) y reflujos
vésico-ureterales.
- Medular Sacra: lesión directa de los centros
sacros o de las raíces nerviosas procedentes de los mismos. En estos
casos no se recuperará el reflejo de contracción del detrusor por
lesión de centros y/o vías en el que se integra el mismo. La vejiga
será retencionista y la micción se efectuará con ayuda de la prensa
abdominal (conservada en estos niveles lesionales), maniobra de Credé
(presión manual suprapúbica), o bien, cateterismos intermitentes
(sondajes).
- Tabética: por afectación de los cordones
posteriores medulares. Propia de la Tabes dorsal (sífilis) o de lesiones
tumorales o traumáticas que afecten a estas vías. Por falta de
información de la sensibilidad profunda, no se tiene conciencia del
llenado vesical, sorprendiendo la micción, en momento inoportuno, por
rebosamiento. En este caso debe entrenarse practicar micciones en
horarios preestablecidos.
Alternativas.
En los varones, cuando aparecen las primeras micciones, se
pueden aplicar sistemas para recoger la orina, compuestos por: colector
adhesivo hipoalérgico que se aplica al pene (similar a un
preservativo) y que por el orificio de su extremo conduce la orina al
tubo de la bolsa colectora que se conecta a él. El colector debe ser de
la talla adecuada, de forma que no comprima el pene cuando se produzca
una erección refleja. Debe cambiarse, como mínimo, diariamente.
La bolsa colectora puede ser un modelo que se cuelga a la
barra de la cama, o bien otro que se ajusta a la pierna. Ambas bolsas
deben llevar una válvula antirreflujo a la entrada.
Defecación
Los problemas defecatorios en los lesionados medulares pueden
tener una repercusión negativa sobre sus actividades sociales y una
influencia directa sobre su calidad de vida. Se ha comprobado que el
tiempo de tránsito del bolo fecal a nivel del tubo digestivo está
retardado, lo cual contribuye a una mayor deshidratación de las heces
(heces más duras) y por tanto a un estreñimiento. Por otro lado hay una
desconexión de los centros cerebrales que son capaces de inhibir los
reflejos defecatorios, cuando la situación social no es apropiada. La
consecuencia que se deriva es la posibilidad de una fuga de heces
(incontinencia fecal).
Los lesionados medulares pueden encontrarse ante dos situaciones:
Lesiones con preservación de los centros sacros lesión cervical y dorsal
El tiempo de tránsito del bolo fecal está retardado a nivel
gastrointestinal y del colon transverso y descendente. Pero los arcos
reflejos del ano y recto están íntegros y el esfínter anal tendrá un
tono elevado. La distensión de las paredes del recto por las heces
podrá desencadenar movimientos expulsivos del bolo fecal, consiguiendo
la defecación por relajación del esfínter externo. En ocasiones este
sinergismo entre la contracción de la musculatura lisa del recto y la
relajación de la musculatura estriada del esfínter externo anal se
pierde (disinergia) por lo cual el vaciamiento de la ampolla rectal
puede ser incompleto.
Lesiones con destrucción de los centros sacros lesión a nivel lumbar
Si se han destruido los centros sacros y/o sus raíces, el
tiempo de tránsito de las heces está prolongado a nivel del colon
transverso, descendente y de la porción
recto-sigmoidea.
Los arcos reflejos ano-rectales están interrumpidos, por lo
cual la distensión del bolo fecal sobre las paredes del recto no
estimula la aparición de movimientos de expulsión, el recto tiende a
acumular gran cantidad de heces en su interior. Por otra parte el
esfínter externo anal tiene una disminución del tono y no puede ejercer
correctamente su función de sellado, evitando la salida de las heces.
Consejos:
- Tome una dieta rica en residuos (fibra) como son las
frutas (elimine manzana y plátano), verduras y legumbres. Beba
abundante agua, por encima de los dos litros diarios. Puede utilizar
algunas de las fibras de origen vegetal que hay en el mercado. Con todo
ello evitará una deshidratación y endurecimiento excesivo de las heces.
- Sea ordenado en los horarios de comidas.
- Tómese su tiempo para ir al baño, la mayor parte de los
pacientes invierten de 30 a 60 minutos / día para conseguirlo. El
momento ideal para conseguir la defecación varía según los hábitos
previos y las ocupaciones que tenga, es aconsejable llevarla a cabo a
la misma hora del día. Intente aprovechar la primera hora tras las
comidas, pues entonces el reflejo gastro cólico (aumento del movimiento
intestinal con el llenado gástrico) está exaltado, lo que le ayudará
en la defecación.
- La posición ideal es sentado con las rodillas y caderas
dobladas, como en cuclillas. Puede ser útil colocar una banqueta
elevando los pies, lo que le ayudará a flexionar más caderas y
rodillas. En esta postura, tanto la fuerza de gravedad como una mejor
contracción de los músculos abdominales favorecen la expulsión de las
heces.
- Las dilataciones del esfínter mediante movimientos
circulares con un dedo enguantado untado de lubricante (aceite), son un
excelente estímulo para que se produzca la defecación en los pacientes
que tienen conservados los reflejos anorrectales (lesiones cervicales y
dorsales)
- ALTERACIONES SEXUALES:
En el Varón
¿Qué sucede a nivel neurológico?
Existen dos tipos de estímulos que provocan la erección:
- Psíquicos o Centrales. Son estímulos
visuales, auditivos, olfativos, recuerdos etc. que viajan desde el
cerebro (sistema límbico) a través de la médula espinal hasta llegar al centro simpático localizado en la médula dorso-lumbar (D11-L2), de aquí parten los nervios hipogástricos que serán los responsables de las erecciones psicógenas.
- Reflejos o Periféricos. Son estímulos táctiles de roce o toque de los genitales, los cuales viajan hasta la médula al centro parasimpático sacro (S2-S3-S4) y a través de los nervios erectores se desencadena una erección refleja.
La eyaculación es un proceso más complicado. Una vez
alcanzada la erección, el incremento de los estímulos anteriormente
mencionados conducirá a la eyaculación.
Para que ésta se
produzca, interviene por un lado el centro simpático dorso-lumbar que
produce una emisión de semen por contracción de la musculatura lisa de
los conductos deferentes, próstata y vesículas seminales al tiempo que
cierra el cuello de la vejiga, con lo cual se impide el retroceso del
semen a la vejiga (eyaculación retrógrada).Por otro lado
coordinadamente se activa un tercer centro medular, el centro somático
sacro (S2-S3-S4) que produce contracciones espasmódicas de los músculos
isquio cavernoso, bulbo cavernoso y constrictor de la uretra,
consiguiendo la eyección del semen.
En la
MUJER la
erección se expresa como una congestión vascular del tercio externo de
la vagina, labios menores y clítoris. Mientras que la eyaculacción
tiene su correlación con la contracción rítmica y simultánea del útero,
tercio externo de la vagina y esfínter rectal, comenzando a intervalos
de 0.8 segundos y luego disminuyendo en intensidad, duración y
regularidad.
¿Qué ocurre en los lesionados medulares?
Lesión COMPLETA
- Por encima del centro parasimpático sacro y por debajo del
centro simpático dorsolumbar encontrándose ambos indemnes, podrá tener
erecciones reflejas ante estímulos táctiles de los genitales. A veces
estos son suficientes para conseguir una buena penetración. También
podrá conseguir erecciones psicógenas.
- Si la lesión se sitúa por encima del centro dorso-lumbar
simpático, desconectándolo del cerebro, no podrá alcanzar erecciones
psicógenas pero si alcanzará a tener erecciones reflejas, ya que el
centro sacro está íntegro.
- Si la lesión destruye los centros parasimpáticos sacros,
podrá obtener erecciones psicógenas pero no reflejas, estas erecciones
psicógenas son insuficientes para conseguir la penetración, ya que se
produce una intumescencia del pene de duración breve, a veces
acompañada de eyaculación babeante, pero no una erección propiamente
dicha.
Lógicamente en las lesiones completas se interrumpe
la conexión con el sistema límbico cerebral y por tanto no habrá una
percepción orgásmica durante la fase eyaculatoria.
Lesión INCOMPLETA
Los mecanismos de la erección tendrán una respuesta variable
según cada paciente, pero lógicamente el comportamiento suele ser mejor
que en las lesiones completas.
¿Cómo mejorar la erección?
Disponemos de diversas alternativas.
- Sistemas de vacío. Constan de un cilindro de plástico
conectado a una bomba que genera un vacío, efecto de succión que atrae a
la sangre dentro del pene flácido. Una vez conseguida la erección,
ésta se mantiene colocando un anillo en la base del pene, evitando el
escape de la sangre. Dado que interrumpe el riego sanguíneo, este anillo
no se debe mantener más de treinta minutos. Está indicado en pacientes
que no tengan erecciones reflejas, pero hay que ser cuidadosos pues
puede provocar lesiones en la piel. Está contraindicado en pacientes
que tomen anticoagulantes.
- Anillos compresores. Consiste en una goma elástica que se
coloca estrangulando la base del pene erecto. Están indicados en las
personas que consigan una erección, pero esta sea de corta duración.
Los riesgos y contraindicaciones son similares a los sistemas de vacío.
- Prótesis externas. Consiste en un preservativo
semirrígido formado por dos láminas de silicona entre las que existe un
espacio virtual. Se introduce el pene flácido dentro del preservativo y
a través de un tubo de plástico unido a la prótesis, el paciente
aspira creando un efecto de succión que hace que el pene se llene de
sangre y aumente de tamaño hasta ocupar todo el espacio del
preservativo. Está indicado en aquellas personas que no tienen
erecciones reflejas.
- Autoinyecciones intracavernosas. La sustancia más
utilizada actualmente es la Prostaglandina E1 (Caverjet), se debe
utilizar dentro de un programa de autoinyección que requiere un período
de entrenamiento o prueba donde se establezca cual es la dosis mínima
que consiga una erección eficaz. Debe aprender a preparar su inyección y
el lugar correcto de aplicación de la misma, en el interior del cuerpo
cavernoso.
Se precisa destreza manual, por lo cual no puede ser
autoinyectado por personas tetraplégicas. Las complicaciones son
escasas, la más frecuentes son las molestias locales en el punto de
inyección o la aparición de una pequeña moradura que desaparece sin
tratamiento en 2-3 días. La complicación más grave es la erección
prolongada durante más de 4 horas (priapismo) que aparece en un 0.06%.
Se consigue una erección suficiente en el 90% de los pacientes. Está
contraindicado en los pacientes que tomen anticoagulantes.
- Fármacos orales. Últimamente se ha comercializado el
Sildenafilo (Viagra). Se trata de un inhibidor selectivo de la
Fosfodiesterasa 5, responsable de la degradación del Guanosin
Monofosfato Cíclico. Por lo cual éste permanece más tiempo en la
musculatura lisa de los cuerpos cavernosos, facilitando su relajación y
replección de sangre.
Recientemente hemos participado en un
estudio multicéntrico donde se analizó su eficacia y seguridad en 144
pacientes (estudio IDELEM). Mejoró las erecciones en el 91% de
pacientes. Sus efectos secundarios son generalmente leves, los más
frecuentes son la cefalea y enrojecimiento facial secundarios a
vasodilatación. Está contraindicado en pacientes que estén tomando
nitratos o derivados de los mismos.
Alteraciones de la Termorregulación
La termorregulación es la regulación de la temperatura.
¿Cuál es la temperatura corporal normal?
El ser humano, en condiciones fisiológicas normales, mantiene
una temperatura corporal constante y dentro de unos límites muy
estrechos, entre 36 y 37 º C, a pesar de las amplias oscilaciones de la
temperatura ambiental. Esta constante biológica se mantiene gracias a
un equilibrio existente entre la producción y las pérdidas de calor.
¿Cómo mantiene nuestro organismo la temperatura corporal?
El mantenimiento de una temperatura corporal dentro de los
límites anteriormente expuestos sólo es posible por la capacidad que
tiene el cuerpo para poner en marcha una serie de mecanismos que
favorecen el equilibrio entre la producción y la pérdida de calor.
La temperatura corporal es regulada por una serie de mecanismos
complejos coordinados en el hipotálamo. Las estructuras sensibles a la
temperatura en las regiones superficiales y profundas del cuerpo actúan
como un sistema de advertencia para los receptores centrales sensibles a
la temperatura en el hipotálamo.
El hipotálamo recibe información de la temperatura corporal a
través de receptores cutáneos, de los situados en los grandes vasos
sanguíneos, de las vísceras abdominales y médula espinal y de la sangre
que llega al propio hipotálamo.
Cuando el hipotálamo detecta
el aumento de la temperatura corporal desencadena una serie de
mecanismos para aumentar la pérdida de calor: dilatación de los vasos
sanguíneos de la y aumento de la sudoración.
Por el contrario,
el hipotálamo reacciona ante los descensos de temperatura disminuyendo
la pérdida de calor mediante el estrechamiento de los vasos sanguíneos
de la piel y la disminución de la producción de sudor; además puede
incrementar la producción de calor intensificando la actividad muscular
(aumento del tono muscular y escalofríos).
¿Por qué se altera la termorregulación en el lesionado medular?
El fallo del sistema termorregulador es una complicación
importante en los pacientes con lesión medular. Si bien el mecanismo no
se conoce por completo, la persona con lesión medular presenta
dificultad para adaptarse a las temperaturas ambientales extremas y
cuanto más alto sea el nivel de la lesión mayor será la dificultad.
Como consecuencia de la lesión medular se produce una
desconexión del hipotálamo con las zonas del cuerpo situadas por debajo
de la lesión. Se reduce la respuesta de los vasos sanguíneos y la
sudoración en la piel privada de sensibilidad. Por tanto, la temperatura
ambiental va a condicionar de forma directa la temperatura corporal,
es decir, la temperatura corporal variará en función de la temperatura
ambiental.
Además, hay que aprender a diferenciar entre el aumento de
la temperatura corporal como consecuencia del calor ambiental y el
provocado por un proceso infeccioso (fiebre). La experiencia y el
conocimiento de cómo se comporta el propio cuerpo nos darán las claves
para acertar.
¿Qué hacer?
Tomando una serie de medidas de fácil aplicación podremos hacer frente a este problema de forma eficaz.
- Se debe evitar la exposición a temperaturas marcadas de
frío o de calor y se debe utilizar ropa adecuada a la temperatura del
ambiente.
- Es conveniente hacer una vigilancia regular de la
temperatura corporal, sobre todo cuando estemos expuestos a
temperaturas ambientales acentuadas.
- En caso de producirse una elevación de la temperatura por encima de lo normal,
habrá que favorecer la pérdida de calor del organismo. En primer
lugar, habrá que abandonar el ambiente con exceso de calor en busca de
un lugar más fresco y, siempre que sea posible, se retirará la ropa
para exponer la piel. A continuación, se favorecerá la pérdida de calor
del cuerpo con la utilización de un ventilador, la aplicación de paños
húmedos directamente sobre la piel, un baño o ducha con agua tibia o
con la combinación de estos elementos entre sí.
- Si por el contrario detectamos un descenso de la temperatura por debajo de lo normal,
habrá que frenar la perdida de calor utilizando ropas de abrigo o
situándonos próximos a cualquier fuente de calor. No obstante, la
exposición intensa o prolongada a estas fuentes de calor puede provocar
el llamado “efecto rebote”.
Alteraciones Vasomotoras
La parálisis vasomotora determina el éstasis vascular que,
favorecido por la inmovilidad de las extremidades (que afecta el
retorno venoso) y la posición en sedestación prolongada en la silla de
ruedas, produce edema periférico.
La hipotensión arterial por parálisis vasomotora y la falta de
respuesta del sistema a los cambios de posición, puede llevar a
producir hipotensión ortostática frente a cambios súbitos en los
decúbitos, como la sedestación luego de un tiempo prologado acostado en
cama, la verticalización, o bipedestación repentina.
Consejos:
- Medias antiembólicas
- Vendaje elástico intermitente de las extremidades inferiores
- Movilización precoz
- Cambios posturales reglados (cada ¾ horas)
- Bipedestación o sedestación progresiva
- Elevación de los miembros inferiores en algún momento del día.
- Es necesario tener en cuenta: después de estar todo el día
en la silla de ruedas los miembros inferiores seguramente estén
edematizados por lo que, una vez acostados en la cama, ese líquido
retenido se eliminará por orina. Esto es importante ya deberá tenerse
en cuenta para realizar el cálculo de los sondajes intermitentes
durante la noche.
